La Chica del Tren

Paula Hawkins


¿Dónde está esa línea entre la realidad y la paranoia? ¿Has imaginado como es la vida en la intimidad de las personas que ves cada día de camino al trabajo o de vuelta a casa? Paula ha sabido captar mi atención dentro de un ámbito en el que no me es muy común desenvolverme pues creí al principio que se trataba de un Slice of Life; debo admitir que cuando tomé este libro no me esperaba una narrativa tan disfrutable, lo compre pensando que sería una lectura ligera y superficial sobre el diario de vida de alguna chica a la que cuando mucho le ocurriría alguna aventurilla. Para mi sorpresa, terminó siendo una historia en la que me dejé sumergir lo suficiente como para que el final me pillara desprevenido.Este es uno de esos libros que sin mucho ruido, se hacen con un merecido puesto dentro de mi biblioteca.



Al inicio del libro conoceremos a una taciturna Rachel ahogada en la rutina viajando cada mañana en tren, desde la casa que comparte con una amiga hasta la ciudad; recientemente divorciada, fingiendo que va a trabajar cada mañana y con una incipiente adicción a la bebida además de un complejo en lo que respecta a su frustrada relación; Rachel no es lo que se dice un personaje atrapante de buenas a primeras, y a fuerza de ser sincero, durante las primeras páginas casi me arrepiento de haber comprado el libro… pero lo continué por una muy peculiar razón, la autora logro hacerme empatizar con la protagonista y llegue a sentirme francamente deprimido y a compartir la frustración y desesperación de Rachel, cosa que no me ocurre con los Slice of Life pues me parecen carentes de interés. Fue este pequeño detalle el que me hizo continuar leyendo hasta que la historia comenzó a tomar matices más llamativos y de verdadero misterio. Cada mañana el tren se detiene por unos momentos en un tramo desde el que Rachel puede divisar algunas casas, entre ellas la de una feliz pareja a la que puede ver en ocasiones disfrutando de su terraza y a los que ella bautiza como “Jason y Jess”, es en torno a esta pareja que la historia comienza a torcerse y envolver inesperadamente a nuestra chica en cuestión, la desaparición de “Jess” y el posterior encuentro de su cadáver salpica todo de un drama y suspenso que poco a poco va reclamando acciones más directas de Rachel y antes de darnos cuenta protagoniza una espiral de acontecimientos in crescendo desde la deprimente cotidianidad hasta un desenlace tan dramático como inesperado. La protagonista pasa de ser una simple espectadora gris y deprimente  a convertirse en la autora de cada vez más osadas acciones que van construyendo de a poco un caso en torno al cual no podemos dejar de comernos la cabeza barajando hipótesis a cual más venturera, y que va desvelando una historia más sombría que subyace entre las líneas del libro. Y todo esto, al menos en mi caso, sin dejar de sentir nunca un vago halo deprimente en toda la historia, es como si todo nos pesara en el ánimo y el corazón pero el misterio que se planta impele a ser desenmarañado. Hawkins ha sabido punto por punto imprimirle a su historia los elementos necesarios para transformar lo que podría pasar por un recuento de vida y elevarlo a la terna en la que podríamos encontrar un buen relato de Agatha Christie.

Sin embargo aún le queda buen trecho por recorrer antes de convertirse en un icónico libro de suspenso, a ver… que yo sé que ha sido número uno en ventas y alcanzó tanta fama y adeptos que incluso se versionó la película, pero siendo fríos… también “Cincuenta sombras de Grey” y la saga “Crepúsculo” lograron grandes ventas y sus propias películas y eso no los hace buenos libros. No me mal entiendan, considero que “La chica del tren” es un libro muy muy bueno y de hecho me gustó bastante, pero dicho esto, no considero que sea el libro revelación del que tanto se hizo eco; estoy seguro que los lectores con más recorrido en este género, estarán de acuerdo en que hay varios clichés y cabos sueltos que se le quedan a Paula entre las paginas, y en ocasiones parece un poco forzado el acontecer de los hechos, sobre todo hacia el final del libro. Por otra parte bien puede ser que este sesgado por mi aversión a los Slice of Life, a los que este libro se asemeja tanto.

Y entonces…

Libro muy recomendable para leer por las noches, te mantendrá al pendiente de la trama pero no tanto como para no dormir. Satisfactoriamente llevado, permite empatizar con su protagonista, lo que nos facilita caer en el misterio y ahondarlo en nuestras cabezas buscando la solución. Historia de crimen con matiz de cotidianidad, nos dará esa sensación de estar familiarizados con los hechos y sus personajes.

Me quedo con: el hecho que logró hacerme sentir desasosiego, casi deprimido junto a Rachel y los inesperados giros de la historia.

No me gustó que: pues que no logro quitarme esa sensación de que es un Slice of Life con un par de asesinatos en medio.


¿Lo recomiendo? Claro que lo recomiendo, es un libro bastante disfrutable y el lector a cualquier nivel quedara satisfecho luego de la última página.

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